Aunque en múltiples ocasiones el local pasó de arrendatario a arrendatario que modificaban una y otra vez su nombre, el espíritu del establecimiento original y de su testarudo fundador se mantuvieron intactos. Así, en el año 1955 los padres de Enrique García, actual propietario, alquilaron el bar y recuperaron el nombre original como ‘La Fuerza’. En 1990, García hijo se hizo con la dirección del establecimiento emprendiendo en 1999 el definitivo retorno a los orígenes del establecimiento. Para ello adquirió el local en propiedad y ejecutó una reforma integral con un proyecto de obra y decoración inspirado en la época de la fundación, los comienzos del siglo XX. La guinda de aquella reforma y que denota la indudable intención de recuperar el espíritu original fue la sustitución del nombre, añadiendo la original letra inicial pasando a denominarse, ahora sí, Café ‘A la Fuerza’.